lunes, 9 de diciembre de 2019

Capítulo 2


Autoestima.

No pensé en escribir tan pronto, tenía la idea que esto sería semanal, pero creo que me hace falta sacar muchas cosas, así que disculpen si esto no les importa, igual si lo leen les agradezco.

Hace un par de minutos, vi a una de mis mejores amigas, de las que más quiero en esta vida, por momentos me venían recuerdos fugaces, que lindos momentos vivimos sin duda alguna, pero por motivos, la vida nos separó, pero lo que me llamo la atención fue una conversación que surgió. La autoestima, vaya esa palabra tan complicada, esta palabra que aún no logro concretar, solo piénsenlo un momento ¿Quién en verdad goza de tener una autoestima forjada?, al menos yo no la tengo, pues no me siento suficiente para nada, ni para mi carrera, para una relación, ni siquiera para poder gustarle a alguien, solo con decir que quería estar con alguien porque me hacía sentir un poco mejor, pero siempre me hacía sentir dolor, al pensar que no era el hombre que ella esperaba y terminar atormentándome por ello, así es… eran tardes de llorar al regreso a mi casa, y regresar con ella solo por no querer estar solo, y querer escuchar un te amo, o un te quiero aún que fueran falsos, se sentía bien.

Me percate que no tengo autoestima, a mis 18 años no la tengo, y cómo hacerlo, si muchos me dicen que haga cosas que reniego, como ser promiscuo, intentar cosas nuevas no les pongo pero, sin embargo no las disfruto, sería hipócrita de mi parte decirle a alguien que solo la deseo para un momento, cuando por ella me muero y quiero abrazarla hasta que le llegue el fin al universo, si esa es la única forma de crear mi autoestima, prefiero no tenerla, pues las veces que lo he hecho… solo llega un vacío emocional, un nudo en la garganta y sentirme mal por cosas que sé que conmigo no van, pues jóvenes y colegas, como lo dijo lirika inverza “el sexo me enseño, que solo sexo no basta”.

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